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Hacedme tuyo

Soy tus memorias  Quien cata color en tus besos  Quien demanda geometría de tu sonrisa  Soy tu, en agasajos, en silencios  Si a mí, olvido  Perdonadme  Si a ti, contemplo  Dibujadme  Hacedme trizas en tus luceros  Silenciadme las heridas  Negadle realismo al amor  Mi bipolar amor proclive a ruinas

Nocturno Pensamiento

Contempladme, oscuridad absoluta  Atestigua el sonambulismo del pensamiento Una prostituida idea que deambula En el perfume de un apego pasajero Miradme, mercando pensares Andrajos maquillados de días pasados ¿A quién entregarse? Si somos almas propensas al pecado

Irrespetuoso Querer

Visceral e impetuoso desnudo Insurgente tacto a lo impalpable Regocijo sin consentimiento Canibalísticos pensares Sin escudriñar, apareces Eres voz de un monólogo a conceder Es vivir sin que lo notes Es ceder sin ser Que infortunio para el tiempo Que desdicha para la soledad Solo se aprecia el momento Solo acaricias complicidad Se puede vivir en tinieblas Impartiendo charlas en desvelos Oprimiendo las ruinas del desamor entre sabanas Dando paso a inmaculados deseos Querer son matices Identificarnos, el juego Pueden resultar cicatrices Amala, y brinda luego.

DE TODOS LOS DESTINOS EN MI CORAZÓN

¡Echar anclas!, mirad aquella sinfonía en piano Escuchad a nuestro leal silencio, siendo él Sientan las sabanas, impregnadas de buen augurio Contemplad aquello, presagiando querer ¡Mi amada!, contemplad-me acudiendo al recuerdo Mermando ideas de olvido con banalidades Abrigando en mis manos un caudal de momentos Trayendo tempestades a tus otorgados mares ¡Escuchen todos!, negaos a concebirla Quimera Aceptad este fragmento de realidad sin mezquindad Vean lo cierto en la farsa Aunque hiriente resulte esta contrariedad ¡Señores!, Ostentosos lugares cobijo en este mundo Un orbe que una vez entregue ¡Mi amada!, te cristianizaste en mi mundo Un mundo en el que anclas eche